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Presupuesto y comprensión

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Al segundo encuentro de rectores organizado en Guadalajara por Universia acudieron casi mil titulares de universidades de 23 países iberoamericanos, bajo el lema “Por un espacio iberoamericano del conocimiento socialmente responsable”. La ceremonia inaugural fue un marco espléndido para escuchar distintos discursos que, como cabía esperar, pusieron el acento en la educación y disertaron sobre su preeminencia en la construcción de un porvenir más venturoso. Si la suerte de las escuelas y la formación de los estudiantes dependieran de los discursos, nuestros sistemas educativos serían orgullo legítimo, pero estamos un poco lejos, es decir, los discursos no son suficientes.

Universia es una iniciativa creada en el año 2000 por un conjunto de universidades españolas, la Conferencia española de rectores y el mecenazgo del grupo Santander. Sus números a lo largo de una década revelan una creciente presencia e inestimables beneficios para las instituciones educativas, los países y sobre todo para muchísimos estudiantes que han encontrado becas o empleos a través de sus portales, un logro que no se puede escatimar al grupo Santander.

En la apertura del encuentro, inaugurado por Felipe Calderón, estuvieron a cargo de los discursos el gobernador de Jalisco, el rector de la UNAM, el secretario de Educación Pública y el presidente de Universia y de grupo Santander, Emilio Botín. Dos discursos me parecieron sobresalientes, por distintos motivos: los de Emilio Botín y José Narro Robles. Ninguno me gustó más que el del rector de la UNAM, quien habló de los desafíos de las sociedades y de la educación en nuestra región, así como de la esperanza en que es posible, dijo, hacerlo mejor. Afirmó contundente: no le demos la razón a quienes piensan que el futuro ya no tiene porvenir.

Con la autoridad moral de conducir la máxima casa de estudios nacional, una de las más importantes en el continente, con su sapiencia y valentía, leyó un discurso ad hoc, breve, preciso, sin desperdicio. Dos escenas retratan la personalidad del rector Narro: sus últimas palabras, cuando recordó el lema de la UNAM (“Por mi raza hablará el espíritu”), para dejar en claro que es la raza, o las razas, las que tienen que encontrar en las universidades un sitio para su formación; sin todas las razas en la universidad no hay desarrollo justo. La otra fue una alusión para no perder de vista que los discursos son congruentes con los hechos o no tienen valor. Dijo, y hay que repetirlo: presupuesto y comprensión para la educación superior pública es lo que, respetuosamente, exigimos. Presupuesto, comprensión, exigencia, claro y simple.

Fuente: Periódico El Comentario

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1 Comment

  1. Hollie

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