Art铆culos

Persistencia de la exclusi贸n

Posted by Juan Carlos Y谩帽ez Velazco

El cuarto informe del presidente Felipe Calder贸n muestra los pobres avances del pa铆s en materia educativa. La educaci贸n sigue siendo un derecho no efectivo para un enorme grupo de mexicanos; para millones, una posibilidad perdida de manera irremediable conforme aumentan su edad; para otros tantos, se reduce a la oportunidad de una primera inscripci贸n en el nivel educativo y su deserci贸n temprana del aparato escolar, como antesala de la exclusi贸n social o como corolario de la marginalidad.

Las cifras expuestas hace unos d铆as no admiten el optimismo: el gasto nacional en educaci贸n disminuy贸 0.7% con respecto a 2009; el 铆ndice nacional de analfabetismo de la poblaci贸n de 15 y m谩s a帽os es de 7.4%, menor a 2009 s贸lo en menos de 40 mil personas; los analfabetos y personas sin educaci贸n b谩sica completa suman 33.4 millones, un mill贸n m谩s que al inicio del r茅gimen de Vicente Fox, el 42.6% de esa poblaci贸n; finalmente, la atenci贸n al grupo etario disminuy贸 en 11.5% respecto al a帽o anterior, es decir, que en 2011 tampoco habr铆a mejoras en el indicador.
La cobertura en educaci贸n media superior (16-18 a帽os) se estima hoy en 64.4%, pero la eficiencia terminal en bachillerato es de 62.9%, en otras palabras, a dicho nivel educativo ingresan dos terceras partes de los j贸venes en esa edad, y s贸lo terminan seis de cada diez. En suma, con ese comportamiento menos de la mitad de los j贸venes del siglo XXI tendr谩n un certificado de bachillerato.
En educaci贸n superior las cifras son m谩s cr铆ticas. Las cuentas oficiales ubican la cobertura en 30%, y la eficiencia terminal ni siquiera aparece en el cuadro que muestra los indicadores m谩s relevantes, de ese modo, el porcentaje de j贸venes mexicanos con un t铆tulo de ense帽anza superior podr铆a estimarse apenas entre el 10 y el 15% del grupo de edad, panorama distante al de los pa铆ses de semejante nivel de desarrollo.

Dir谩n, y con raz贸n, que las cifras oficiales muestran avances, pero son nimios con respecto a los rezagos y los promesas. Son inobjetables tambi茅n las tendencias, y los hallazgos en la investigaci贸n pedag贸gica y sociol贸gica no avalan que estemos frente a un proyecto educativo para resarcir desigualdades sociales y escolares.
Las cifras anteriores y otras s贸lo documentan la fragilidad de un sistema social incapaz de dotar a sus ciudadanos de los beneficios de la instrucci贸n m铆nima, consagrada en la Constituci贸n y conferida a todos los hombres y mujeres en la Declaraci贸n Universal de los Derechos Humanos por el simple hecho de haber nacido.
Una conclusi贸n es dolorosa en las cifras del cuarto informe presidencial: en M茅xico la educaci贸n no est谩 garantizada a todos, ni todos los estudiantes tienen acceso a una buena formaci贸n. Lo 煤nico que tal estado de cosas garantiza es la perpetuaci贸n de enormes circuitos de desigualdad, as铆 como la transmisi贸n intergeneracional de pobreza y desesperanza. No hay que tener una bola de cristal: los pobres, principalmente ellos, seguir谩n siendo pobres, ignorantes y v铆ctimas de la violencia.

Fuente: Peri贸dico El Comentario

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